¡SOBERBIA EN DOLARES! / Valverde, Pedro

Para nadie es un secreto que en este país obtener un crédito en una institución financiera es un verdadero vía crucis. Entre cartas, certificados, estudios de factibilidad, estados de cuenta y entrevistas se va diluyendo la esperanza del ciudadano promedio de obtener financiamiento en su actividad productiva. ¿La razón para ello? Que el mundo entero atraviesa una situación económica complicada, lo que ha originado incluso que muchos bancos cierren por temporadas lo que otrora fuera su principal línea de negocios: los créditos. Las instituciones financieras del Estado deberían ser no solo responsables y seguras al momento de entregar el dinero de todos nosotros a terceros; deberían ser un ejemplo de prolijidad, eficiencia y ética. Sin embargo, vemos que en los últimos meses se descubren negocios en que no hay ninguno de estos atributos. O dicho de otra forma, si estos desatinos se hubieran dado en la banca privada ya habría algunitos sin empleo. Lo peor del cuento es que no solo entregan los créditos sin criterio técnico, se incumple normativa legal vigente, se "pasan" por alto ciertas formalidades mínimas, se actúa con independencia de criterios económicos de estándar mundial, sino que encima nos quieren convencer de que todo lo que se dice al respecto es una artimaña política para desestabilizar al Gobierno o una maroma de la prensa por falta de simpatía con algún funcionario de "bajo rango". Las verdaderas razones para la marcha del miércoles frente a las instalaciones de EL UNIVERSO y para las actitudes groseras de algunos subalternos polifuncionales que pasan por todos los puestos es justamente que tienen tantas cosas que no quieren explicar, o que no quieren que se investiguen, que han preferido generar otro tipo de incidentes para que no podamos ver lo que realmente está pasando. El Universo, 28 ago. 2009, p. 6