¿POR QUÉ EL CULILLO? / Roldós, León

El Diccionario de la Real Academia Española expresa que "culillo" en el Ecuador, significa miedo. Culillo tuvieron los del Gobierno cuando en julio negociaron con Petrochina uno de los créditos más onerosos en que se ha endeudado al Ecuador, USD 1000 millones, con pagos parciales en petróleo de 8 cuotas por mes y por 24 meses, con el interés del 7,25 por ciento anual, abonado con cada cuota. Además, el precio del petróleo tiene un subsidio para Petrochina, que no es el consumidor final, por tener una forma de cálculo por debajo de la utilizada con cualquier comprador. La supuesta justificación del ilícito fue el riesgo de caer en iliquidez y que el Gobierno necesitaba ese dinero para sus pagos. Hicieron tabla rasa de los requisitos constitucionales y legales para endeudarse, mintieron y dijeron que no era crédito, sino pago anticipado de petróleo a entregarse. La mentira la evidenció el Embajador de China en Quito, cuando entrevistado sobre la razón del elevado costo del dinero expresó claramente: "Se trata de un crédito comercial, con un interés aceptable -según él- para ambas partes". Pero, el presidente Correa acaba de anunciar que nos sobra liquidez, que va a traer más de USD 2 000 millones depositados en el exterior, a intereses menores del 1 por ciento anual, por gobiernos de la partidocracia, que en la intervención del sábado 24 de octubre puntualizó fueron Alarcón, Mahuad, Noboa, Gutiérrez y Palacio. ¿Por qué no trajo antes los USD 2000 millones, todos colocados en el exterior por su Régimen, ya que las inversiones de anteriores gobiernos vencieron tiempo atrás? Lo más grave, si había tanto dinero colocado en el exterior por su Banco Central, ¿por qué endeudarse con Petrochina? ¿Quién fue el delincuente -porque evidentemente habría peculado- que decidió que habiendo 2000 millones a corto plazo, a menos del 1 por ciento anual de rendimiento en el exterior, se endeude al Ecuador con Petrochina en 1000 millones en forma onerosa, al 7,25 por ciento anual, más de siete veces el interés de los depósitos del Central? El Comercio, 4 nov. 2009, p. 10