sábado, 30 de junio de 2012

FRENO A LA INVERSIÓN / Macías, Miguel

El Ecuador requiere de inversión extranjera, para salir de la crisis en que se encuentra. Las últimas reformas tributarias y a la Ley de Compañías, así como el instructivo sobre la información y documentos que deben remitir las compañías que tengan a sociedades extranjeras como socios o accionistas, frenan a la inversión extranjera. En nuestro país, durante muchos años, se permitió la constitución de compañías anónimas con acciones al portador, las cuales se prohibieron a partir del 13 de enero de 1975. El art. 339 de la Constitución actual establece que el Estado debe promover las inversiones nacionales y extranjeras, lo cual, en mi opinión, no se cumple. Actualmente, en el Ecuador, todos los socios o accionistas de las compañías de comercio tienen que ser identificables. Ya no se permite que una compañía ecuatoriana tenga como socia o accionista a una sociedad extranjera, con acciones o participaciones sociales al portador. Puedo comprender que el Gobierno quiera que todos los socios o accionistas de las compañías locales sean plenamente identificables, pero me parece absurdo que se tenga que entregar todos los años a la Superintendencia de Compañías la extensa información requerida en la comentada resolución, como, por ejemplo, los nombres y apellidos de sus directores principales y suplentes, con su número de cédula o identificación y dirección personal. El último instructivo del Superintendente de Compañías es muy engorroso, por lo que debe derogarse. En su lugar, debe emitirse uno que permita la constitución de compañías en menos de 7 días, como en otros países. Por lo demás, los impuestos deben reducirse, para atraer al capital extranjero y al nacional. El Comercio, 8 oct. 2009, p. 10

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