LIOS POR PROPUESTA DE LEY BURSATIL

Las propuestas del proyecto de ley del mercado de valores causan descontento en la Bolsa de Valores de Guayaquil (BVG), mientras que algunos ejecutivos del Banco Central, sus mentalizadores, resaltan los beneficios de que la Asamblea la apruebe. Incentivos tributarios para las empresas familiares que se decidan a abrir su capital (vender acciones para que otros inversionistas las compren), la creación de una Superintendencia de Valores y un papel dinamizador del mercado por parte del Banco del Afiliado constan entre las propuestas. Sin embargo, hay puntos de desacuerdo. Uno de ellos es el cambio de naturaleza de las bolsas de corporaciones civiles a sociedades anónimas. Rodolfo Kronfle, presidente de la BVG, dice que esta transformación generaría un "conflicto de interés entre el lucro de los accionistas y el desarrollo del mercado". Y la posibilidad de que no se reinviertan recursos suficientes en investigación y adopción de tecnología de punta en las actividades que se desarrollan en las bolsas, como en el área informática, información, asesoría legal y técnica. Luis Rosero, delegado por el Presidente de la República para elaborar el proyecto, resalta que aquella transformación es necesaria para que, la BVG, invierta en tecnología. En tanto, Kronfle asegura que ellos son líderes en tecnología. Rosero señaló "que otro tema importante, es la regulación estricta a los grupos económicos que actúan en el mercado". El poco desarrollo de este segmento se discute. Según Rosero, en el 2008 se transó el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Por ello "se propone una banca de inversión que participe en el mercado de valores mediante la venta y compra de papeles". "Esto no tiene que ver con la ley, sino con la cultura empresarial que existe y que no se corrige con la normativa", sostiene Kronfle. La desmaterialización de títulos causa controversia. Rosero dice que la mayor parte de los valores transados en el mercado es cartular (físico), mientras que la BVG, que el 81 por ciento es desmaterializado (electrónico) en el último año móvil. Rosero señala que la mitad de los títulos negociados (53 por ciento) en el 2008 son de la banca y es a corto plazo. Y la BVG, que la cifra correcta es el 31 por ciento. Expreso, 20 ago. 2009, p. 6