jueves, 28 de junio de 2012

EL CAMBIO DEL BANCO CENTRAL DEL ECUADOR TOMO 2 ANOS

Tras 82 años de existencia, el Banco Central del Ecuador (BCE) dejó de cumplir la función de "tercero confiable" en el manejo económico. Luego de que, en 2000, perdiera la posibilidad de emitir moneda, su declive se profundizó al aprobarse la nueva Constitución, en la que se le quitó la potestad de definir la política monetaria, crediticia, cambiaria y financiera. El actual Gobierno está convencido de que en dolarización no es necesario un BCE independiente, por lo que convirtió a este organismo en su oficina administrativa. En términos constitucionales, es el que instrumentará las decisiones del Presidente. Uno de los argumentos claves para debilitar a esta institución, por parte del Gobierno, ha sido el salvataje bancario (1998-2000), en el que el Banco entregó más de USD 4 000 millones en créditos. Sin embargo, el ex asambleísta Pablo Lucio Paredes ha enfatizado en los riesgos que se corre con esta decisión gubernamental. Entre ellos se pierden los contrapesos esenciales en materia de control de endeudamiento, finanzas públicas, tasas de interés, entre otros temas. A diferencia de otros países, el BCE ya no intervendrá en cualquier clase de desajuste en el manejo económico, tampoco se pronunciará en cuestiones de endeudamiento público. Una muestra de esto es la escalada deudas que está asumiendo el Gobierno, como la venta anticipada de crudo. "Todo estará en manos del Gobierno y en lugar de limitarse los excesos estos se van a amplificar", señaló Paredes. Con la reciente reforma a la Ley de Régimen Monetario, el Régimen también ha allanado cualquier intento de oposición. El nuevo Directorio del BCE, conformado por mayoría estatal, dependerá plenamente de la decisión gubernamental y, en consecuencia, no contradirá al Gobierno si está equivocado. ¿Qué seguridad se tiene de que las cifras y estadísticas que procesa y publica el BCE son certeras? es la interrogante que se formulan los expertos financieros. El Comercio, 26 ago. 2009, p. 5

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