viernes, 20 de abril de 2012

LA BANCA ECUATORIANA / Robalino, César

La situación financiera del sistema bancario nacional sigue demostrando solidez, solvencia y además sigue líquido. Lo que preocupa a los mercados y a los sectores reales de la economía, es la situación futura de los bancos, cuando se considera que están ya en acción decisiones del poder público para reducir la tasa activa de interés, así como los precios de los servicios financieros, por medios incompatibles con las reglas del mercado, de la libre competencia y de la transparencia. Los márgenes se les viene reduciendo y cada banco tiene que defenderse del ambiente hostil al que hace frente. La discrecionalidad y la voluntad del Gobierno Nacional son los factores que hoy están determinando el precio del dinero y al futuro la de los servicios financieros. El resultado que da el mercado es administrado por el Banco Central en la siguiente forma. El Banco Central tiene dos decisiones en su poder (antes de diciembre de 2007 no lo tenía). Primero,puede rechazar parte de la información que el mercado le entrega en materia de tasas de interés. Las razones para el rechazo, nadie las conoce. Segundo, para calcular los techos de tasas de interés en cada segmento de crédito (Corporativo, Pymes, Consumo, Vivienda, Microcrédito),se reserva el derecho no técnico, sino político, de ajustar ciertos factores entre el promedio de tasas que da el mercado calculado por el Banco Central del Ecuador y los techos del costo del dinero que se desea,no el mercado, sino el Gobierno Nacional. El fenómeno anterior está provocando tasas de interés que no permitan recuperar todo tipo de costos,especialmente esto se da en los productos crediticios que tienen que ver con el microcrédito al microempresario. Entidades bancarias y financieras están abandonando la atención de créditos de poco monto por la sencilla razón de que no se pueden recuperar todos los costos. Se está produciendo lentamente un proceso de exclusión social por la política gubernamental mencionada. El Banco Central y la Superintendencia de Bancos han dejado de ser los organismos autónomos, independientes y técnicos que la actual Constitución dispone. Dichos organismos se están convirtiendo en Superintendencia de Precios en una economía de mercado y son los brazos ejecutores de lo que desea el Gobierno Nacional. Expreso, 15 mayo 2008,p. 5

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