domingo, 29 de abril de 2012

EL ESTADO SE QUEDA CON DOS CANALES

Con un "no hay lugar para cobardías ni vacilaciones", el presidente de la República, Rafael Correa, recibió a su nueva ministra de Finanzas, Wilma Salgado, y despidió de su cargo a Fausto Ortiz. Durante la posesión de la nueva Secretaria de Estado, Correa dijo que "en la madrugada de hoy (ayer) se dio un paso trascendental para poner término a la pesadilla que fue el atraco bancario, el cual 10 años después sigue en la impunidad". Se refirió a la incautación de empresas de los ex dueños de Filanbanco. Aseguró que para la incautación era necesaria la colaboración de la Superintendencia de Bancos, "ya que en diciembre del 2007 esa entidad de control estaba entregada a la banca".En el Salón de los Presidentes de Carondelet, que estuvo lleno de militantes socialistas y allegados a la nueva funcionaria, Correa dijo que recién en febrero se pudo sacar del archivo un informe de la firma Deloitte and Touch, en que se afirmaba que el hueco patrimonial de Filanbanco. "Entonces tuvimos los argumentos legales para en estricto apego a la ley ir a la incautación de los bienes". Denunció que para desprestigiar la incautación "se quiere hacer pasar como un atentado a la libertad de expresión, pero (los medios) no dicen que se han decomisado 195 bienes, entre ellos medios de comunicación, yates, mansiones... Más tarde pueden asomar narcotraficantes y tendrán medios de comunicación,entonces no podremos incautarlos", acotó. Según Correa, "mientras más temprano se subasten esos medios, y con eso pagar a los depositantes y resarcir los dineros públicos, mejor para el Régimen". El Comercio, 9 jul. 2008, p. 3

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