PUNGURAYACU / Spurrier, Walter

El Gobierno aprieta a fondo el acelerador del gasto público. Todo eso requiere crecientes ingresos fiscales. El Presidente ha diseñado una gran estrategia de tres aristas: Impulsar la gran minería, para lo cual ha estado dispuesto a contrariar a sus coidearios ecologistas; llegar a un entendimiento con las compañías petroleras privadas; está consciente que Petroecuador no puede abarcar más de lo que tiene. La tercera sorpresiva pieza en este tablero es la propuesta de la compañía canadiense Ivanhoe, poseedora de una tecnología experimental pero lista para su aplicación comercial, para hacer crudo sintético del petróleo ultrapesado del campo Pungurayacu. El Gobierno la acogió con entusiasmo. Las acciones de Ivanhoe subieron; el 19 de agosto la empresa informó que si bien había negociaciones adelantadas, aún no había firmado ningún acuerdo. Para obviar cualquier licitación, el gobierno recurrirá a la figura de contratos para servicios específicos,cuyos procedimientos se simplificaron mediante Decreto Ejecutivo 652 de octubre 7. Ivanhoe correrá con el riesgo minero. Instalará unidades que permitan sacar el crudo y destinarlo. Tal es el tamaño de Pungurayacu, que la empresa confía en alcanzar al menos 120 mil barriles diarios de un destilado lo suficientemente liviano como para poder ser transportados por el SOTE. Plantea recibir un pago fijo de USD 37 por barril indexado a los costos de la industria petrolera, que cubriría costos y utilidades. Los resultados se verán cuatro años a partir de la concesión de la licencia ambiental. Un atractivo adicional es que el crudo sintético no está sujeto a los topes de producción de la OPEP. La viabilidad del gobierno de Correa depende de que el petróleo, oro, cobre y crudo sintético le permitan mantener el tren de gasto e inversión pública. El Comercio, 26 ago. 2008,p. 10