martes, 1 de enero de 2013

LAS CAJAS COMUNALES GANAN TERRENO

La denominada banca comunal está creciendo en el país. Se trata del sistema financiero de los pobres, a través del cual, acceden a créditos y ahorran. Se diferencia de los grandes bancos y cooperativas porque es la propia comunidad la que se organiza, cobra y hace los pagos. Es más informal y no tiene personería jurídica. Pese a que se desconoce el número exacto de cajas o bancos comunales existentes, la realidad es que crecieron en los últimos años. Para muestra un botón: la Cooperativa de Ahorro y Crédito Cooprogreso, que asiste a cajas comunales en Pichincha, pasó de 40 cajas cuando inició (2002) a 580 en la actualidad. Las cajas comunales "se crean con el apoyo de una institución financiera regularizada", explicó Álvaro Ulcué, jefe de banca comunal de Cooprogreso. El esquema es el siguiente: la institución pone el dinero (un fondo para entregar créditos), agrupa a cierto número de personas, las capacita y éstas forman la banca. Al formarla, crean una cuenta global en donde se depositan los pagos (de los créditos) y los ahorros. De esta manera, la institución financiera es la fuente del dinero, pero es el grupo de personas el que define cuánto del fondo es para cada uno, de acuerdo a la confianza que el grupo tenga en esa persona. Así administran los cobros y se reúnen una vez cada mes para cobrarse y si alguien no paga, todos asumen la deuda. En esa cita también entregan ya sea un dólar o dos dólares de ahorro obligatorio a la cuenta global. Una persona designada del grupo se encarga de depositar en la institución financiera para devolver el fondo inicial. Pero la directiva de la banca se encarga de llevar hojas de registros de los depósitos y pagos de cada uno. La Hora, 4 nov. 2010, p. B. 6

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