domingo, 8 de julio de 2012

EFECTOS DISTINTOS EN CIUDADANOS Y EMPRESAS MARCAN DOLARIZACIÓN

La bienvenida del A�o Nuevo -una d�cada atr�s- tuvo otros actores en la hoguera. Si el 2010 se recibi� quemando mu�ecos de c�micas y a Chucky, el 2000 empez� con Jamil Mahuad en las llamas. "La gente quer�a quemarlo como rechazo por la congelaci�n del dinero en los bancos", pero al a�o siguiente "todos se olvidaron (de �l), ya no es popular", comentaba un fabricante de monigotes que fue el �nico que en la calle Seis de Marzo hizo hace nueve a�os un a�o viejo de ese ex presidente, y por el que nadie quer�a pagar $ 30, cuando se estrenaron los precios de los monigotes en d�lares. El costo parece invariable tras una d�cada del cambio de moneda -tambi�n decretado por Mahuad, doce d�as antes de ser derrocado-, a esos mismos $ 30 se vendieron -despu�s de regatear- muchos monigotes de Chucky la semana pasada. Los precios, y c�mo estos han evolucionado o estabilizado, son el term�metro para la gente al momento de evaluar los diez a�os del d�lar en la econom�a nacional. Esta d�cada dolarizados deja dos realidades distintas en los ecuatorianos. Del lado de los consumidores, la mayor�a no percibe beneficios; mientras que en los empresarios hay un poco de tranquilidad. Son dos visiones que surgen de encuestas realizadas a la gente y otra dirigida a los propietarios o gerentes de empresas de los sectores comercial, industrial, agr�cola, productores, artesanos y otros. El Universo, 4 ene. 2010, p. 2

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